martes, 11 de febrero de 2014

"Superficiales" de Nicholas Carr

A lo largo del capítulo "La página profundizada", Nicholas Carr alude a la evolución que han tenido la lectura y la escritura respecto a sus medios de transmisión y sus consecuencias sociales, desde las primeras tablillas y el papiro, hasta los manuscritos, libros impresos, la radio, la televisión e Internet.
Partiendo de esta concepción general, encontramos otras ideas secundarias referidas a la aparición del libro y sus efectos: “[…] los lectores no sólo se volvieron más eficientes, sino también más atentos” (Carr, 2011, p.84), argumentando todo ello con el hecho de que leer en silencio supone una gran disciplina mental, es decir, concentrarse intensamente.

Basándonos en la aparición de la imprenta a cargo de Gutenberg, vemos que <<cambió la cara y el estado de las cosas en todo el mundo>> (Francis Bacon, 1620, p. 90). Dicho de otra forma los libros se convirtieron en una “tecnología” accesible por todas las personas.

Para acabar, Nicholas Carr finaliza el capítulo estableciendo como hemos pasado del libro impreso a otros medios electrónicos como la televisión. Pese a este cambio, dichos medios nunca habían podido sustituir al lenguaje escrito transmitido por el libro, exceptuando uno de los más recientes, es decir, el ordenador e Internet. Como expresa Walter Ong <<La escritura, la impresión y el ordenador son formas de tecnologización de la palabra>>. Aun así, y destacándola como una de las ideas secundarias más importantes, “[…] el mundo de la pantalla, como ya estamos empezando a comprender, es un lugar muy diferente del mundo de la página. Una nueva ética intelectual se está afianzando. Los caminos de nuestro cerebro vuelven a rediseñarse” (Carr, 2011, pp. 99-100). Por lo tanto, se sugiere para Internet un cambio social e intelectual similar al que produjo el libro en su día.

¿Supone Internet una revolución como las que describe Carr en el capítulo?  ¿Cómo afecta a la educación?

Establecidas las ideas principales tratadas en el capítulo, debo afirmar que Internet supone una revolución como las que describe Carr. Si la aparición del libro impreso significó un cambio mental por requerir un mayor grado de concentración, Internet en la actualidad está incentivando a la distracción, a un abandono de dicha atención solitaria, traduciéndose en una lectura superficial, una simple ojeada.

Así pues, esta nueva tecnología está causando una gran revolución. Dicha permutación la contemplamos en ejemplos claros a la hora de escribir, dicho de otra forma, ya no se escriben las palabras en los mensajes en su totalidad, sino que la gran mayoría se abrevian con el propósito de ahorrar tiempo y transmitir el comunicado con la máxima rapidez. Por lo tanto, Internet está transformando también la forma de comunicarnos, produciendo un mundo basado en el apresuramiento.

Del mismo modo, las relaciones personales también se están viendo afectadas. Para que dos personas puedan conocerse, ya no es imprescindible salir por la ciudad, sino que simplemente podemos saber unos de otros registrándonos en distintas redes sociales. Asimismo, los encuentros entre amigos en la mayoría de los casos no se realizan de la misma forma. Por suerte o por desgracia el hecho de disponer de Internet en el móvil hace que en ocasiones, individuos que se encuentran frente a otros no crucen ningún tipo de palabra por permanecer “pegados” a su teléfono.

Pese a todo ello, Internet no tiene únicamente repercusiones negativas, porque la Red también puede “reforzar nuestra capacidad de cambiar rápidamente la atención entre muchos estímulos diferentes” (Carr, 2011). De la misma forma, en el ámbito de la política, el ciberespacio permite que nuestros representantes se acerquen mucho más a la población, dándose a conocer a través de las campañas electorales en las redes sociales.

Respecto a la educación, Internet supone aspectos positivos y negativos. Basándonos en los positivos, cabe mencionar que nos aporta muchas facilidades de estudio y de trabajo. En ocasiones ya no es necesario que el alumno se desplace a la biblioteca para consultar alguna información, sino que a través de un ordenador puede encontrarla. Asimismo, ofrece amplias posibilidades al maestro, como el localizar vídeos que ejemplifiquen lo explicado. Por lo tanto, en cierta medida Internet permite a los profesores mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Aun así, no se deben ignorar los peligros que en educación puede conllevar el hacer un mal uso del mismo. La presencia de un ordenador en clase no garantiza su aprovechamiento, sino que puede derivar en distracciones utilizándolo entonces para chatear o jugar. Además, ciertas investigaciones han demostrado que el tiempo que ocupan en el uso de las redes sociales puede repercutir en el rendimiento escolar.

Por lo tanto, ante todas estas situaciones dadas vemos que realmente Internet está suponiendo una revolución como la descrita por Carr sobre el libro, e incluso mucho más intensificada que ésta.

Bibliografía

  • Carr, N. (2011). Superficiales. Madrid: Taurus.
  • Lapresa, J. (2011). ‘Superficiales’… Un libro con polémica. Nuestro Tiempo, (670), 86-87.
  • Pedraza, N. (2013). ¿Cómo afecta el Internet a la política y a la economía? Recuperado de http://prezi.com/h-jb0xbkhyuv/como-afecta-el-internet-a-la-politica-y-a-la-economia/

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