“¿Qué se
entiende por fracaso escolar?” (Castel Baldellou y Valiente González, 2013, p.
232) es una de las cuestiones que José Luis Castel Bladellou y Oscar Valiente González
nos plantean en la revista Educar de
la Universidad Autónoma de Barcelona, por lo que antes de considerar las
dimensiones que influyen en el rendimiento escolar y, que por lo tanto conducen
en ocasiones al mencionado fracaso, es conveniente delimitar dicho concepto.
En la
actualidad, existen muchos autores que han definido el fracaso escolar de
distintas formas. Así por ejemplo, encontramos a Jorge Calero quien lo considera:
[…] la proporción de individuos que no consiguen acabar los estudios
obligatorios (graduado en ESO).
Por otro lado,
Mariano Fernández Enguita afirma:
En la versión más restrictiva, fracaso escolar es la situación del alumno
que intenta alcanzar los objetivos mínimos de la educación obligatoria, falla y
se retira […].
Aún así, tal y
como testifican José Luis Castel Bladellou y Oscar Valiente González (2013):
Es conveniente plantearse si también se puede considerar fracaso escolar
el caso de aquel alumnado que, para obtener el título de secundaria
obligatoria, ha repetido tres cursos de las etapas educativas o aquel otro que,
aunque haya conseguido la titulación, decida no continuar otros estudios
postobligatorios.
Y, en otra línea diferente, también es conveniente plantearse si lo que
han aprendido de jóvenes durante el periodo obligatorio de escolaridad hacen
que estén los suficientemente preparados para afrontar situaciones relacionadas
con la vida cotidiana, independientemente de la obtención de un título o no.
Pero realmente
¿Cuáles son las causas del fracaso escolar?, o mejor dicho: ¿Cuáles son las
variables socio-familiares que conducen a un buen o mal rendimiento escolar?
Tras analizar
las aportaciones de diferentes autores, contemplamos que casi todos ellos
coinciden en la influencia de dos contextos: el contexto sociocultural y el
contexto familiar.
Basándonos en el contexto sociocultural, vemos que:
El contexto sociocultural
no solo influye en los resultados de los alumnos sino también en la cultura de
la escuela, en las relaciones de los profesores con las familias y los alumnos,
en la organización y en el funcionamiento de la escuela (Marchesi Ullastres,
2003, pp. 15-23).
Así pues, los estudiantes escolarizados en centros
situados en un contexto sociocultural alto, obtendrían mejores resultados que
los situados en un contexto sociocultural bajo.
Respecto a las influencias del ámbito familiar, la
mayoría de las investigaciones apuntan como factor determinante los años de
escolarización de los padres, su nivel de estudios y por lo tanto, su
compromiso con la educación de sus hijos y, el lenguaje y el grado de
comunicación que establecen con éstos.
A los niveles educativos y ocupacionales de los
padres y al volumen de ingresos económicos, Javier Gil Flores (2013) añade
otras variables:
[…] como el valor y las
características de la vivienda, la disponibilidad de libros en el hogar, el
disfrute de becas o ayudas; y algunas menos habituales, como es el caso de la
frecuencia de visitas al dentista, la realización de viajes o la disponibilidad
de servicio doméstico. (pp. 301- 302)
Gil Flores indica como influyente, igual que Marchesi
Ullastres, a la implicación de los padres en los estudios de sus hijos:
Entre las variables
consideradas, se encuentran las actitudes paternas hacia la educación, la
motivación a los hijos, la ayuda en las tareas académicas, las aspiraciones
educativas para los hijos, las actividades culturales en las que participa la
familia, los hábitos de trabajo, el funcionamiento democrático en la toma de
decisiones, la estabilidad familiar, la calidad de los registros lingüísticos
utilizados, los materiales de lectura disponibles en casa o el nivel de
comunicación dentro de la unidad familiar, entre otras.(p. 302)
Coincidiendo con los citados autores, Calero, Choi y Waisgrais
señalan que “Las características familiares como la categoría socioeconómica o
nivel educativo de los padres también inciden sobre el rendimiento académico
del alumno”.
Por otro lado, también son importantes “cuestiones
como el número de hijos, el orden que ocupa el alumno entre sus hermanos, el
tiempo transcurrido entre los nacimientos en la familia, o la existencia de
situaciones conflictivas como separaciones o divorcios […]” (Calero; Choi y
Waisgrais, 2010, p. 234).
Por lo tanto, cotejadas diversas fuentes, observamos
como dimensiones socio-familiares importantes y condicionantes del rendimiento
escolar a las variables que aluden a las
características socio-culturales y económicas del entorno y la familia, así
como, las que se refieren a los recursos educativos del hogar y el modo en el
que éstos son utilizados. De esta forma, dichas dimensiones y variables pueden resumirse de la siguiente forma:
- Socioeconómica (ocupación de los padres, nivel de estudios de ambos progenitores, ingresos, posesiones materiales, características de la vivienda, etc.).
- Estilo de vida (las actividades culturales en las que participa la familia, los hábitos de trabajo, etc.).
- Estilo educativo (comunicación dentro de la unidad familiar, la motivación a los hijos, la ayuda en las tareas académicas, las aspiraciones educativas para los hijos, etc.).
- Estructura familiar (el número de hijos, el orden que ocupa el alumno entre sus hermanos, el tiempo transcurrido entre los nacimientos en la familia, la existencia de situaciones conflictivas como separaciones o divorcios, etc.).
Pese a todo ello, no encontramos únicamente
dimensiones socio-familiares que condicionen el rendimiento escolar, sino que
también hallamos variables del ámbito personal como el género o la edad del
alumno y, variables del ámbito escolar referidas
a las características de la escuela, su titularidad, características del
alumnado, recursos de los que dispone el centro y procesos educativos dentro
del centro (Calero; Choi y Waisgrais, 2010, pp. 225-256). Además, y destacando
las influencias de éste último ámbito, existen “cuatro factores que pueden
destacarse como más específicamente relacionados con las disfunciones del
sistema educativo: el gasto público, el tiempo de aprendizaje, la flexibilidad
organizativa y curricular, y la formación y el estilo de enseñanza de los
docentes” (Marchesi Ullastres, 2003, p. 20).
Dejando atrás las dimensiones responsables del
rendimiento escolar, resulta conveniente especificar las razones por las que se
consideran oportunos los argumentos de algunos de los citados autores.
En primer lugar nos encontramos con Medición del nivel socioeconómico familiar
en el alumnado de Educación Primaria, artículo de revista especializada en
educación, publicado en 2013 y, escrito por Javier Gil Flores, catedrático de
la Universidad de Sevilla.
Por otro lado, y justificando su selección hallamos
el libro titulado El fracaso escolar en
España de Álvaro Marchesi Ullastres, catedrático de Psicología Evolutiva y
de la Educación en la Universidad Complutense de Madrid.
Asimismo, el artículo
El fracàs escolar: un camí llarg i desigual fue publicado en 2013
por la revista
Educar de la UAB,
reconociendo como sus autores a José Luis Castel Baldellou, maestro en
educación primaria con master en dirección y gestión de escuelas, y Oscar
Valiente González,
miembro del Centro Robert
Owen para el Cambio Educativo.
Por último, se ha mencionado a Determinantes del
riesgo de fracaso escolar en España: una aproximación a través de un análisis
logístico multinivel aplicado a PISA-2006 por ser un artículo publicado en 2010 en la Revista de Educación y, ser
escrito por Jorge Calero (catedrático de Economía Aplicada y miembro del
Departamento de Economía Pública, Economía Política y Economía Española en la
Universidad de Barcelona), Álvaro Choi (profesor en la Facultad de Derecho de
la Universidad de Barcelona), y Sebastian Waisgrais (Licenciado en Economía en la Universidad de
Buenos Aires).
Así pues, los
artículos empleados para determinar las causas del rendimiento escolar, se han
seleccionado en gran parte por pertenecer a revistas especializadas en educación, ser parcialmente actuales y, haber sido publicados
por reconocidos catedráticos.
Bibliografía
- Calero, J., Choi, A., y Waisgrais, S. (2010). Determinantes del riesgo de fracaso escolar
en España: una aproximación a través de un análisis logístico multinivel
aplicado a PISA-2006. Revista de
Educación, número extraordinario, 225-256.
- Castel
Baldellou, J.L., y Valiente González, O. (2013). El fracàs escolar: un
camí llarg i desigual. Educar, 49/2,
227-244.
- Gil
Flores, J. (2013). Medición del nivel socioeconómico familiar en el alumnado de
Educación Primaria. Revista de Educación,
362, 298-322.
- Marchesi Ullastres, A. (2003). El fracaso escolar en España. Madrid:
Fundación Alternativas.